No estoy a favor del consumismo ni de las grandes y excesivas comilonas en las celebraciones, pero siempre he creído que las fiestas deben celebrarse, eso sí, con moderación. Estas Navidades muchos de nosotros nos reuniremos con nuestros seres más cercanos, compraremos los regalos para familiares y amigos y gastaremos un poco más de lo habitual en comidas, cenas, champanes, vinos y turrón. Mientras esto sucede, justo a nuestro lado, miles y miles de personas que han sido desahuciadas porque las políticas de este gobierno lo ha permitido, que se han quedado sin trabajo gracias a la “maravillosa e inteligente” reforma laboral del PP, con poco que dar de comer a sus hijos, con derechos reducidos a la mínima expresión, … no podrán celebrarlo así, ni por asomo.
Lo “bueno” es que estas Navidades coinciden casi con las elecciones generales, así pues las celebraremos con –espero– nuevas y esperanzadoras alianzas políticas, y ojalá que con un gobierno más capaz que el actual, cuyo séquito me recuerda más a los personajes del 13 Rúe del Percebe, en diferido por supuesto, que a profesionales gestionando y dirigiendo un país. Espero que podamos felicitarnos las fiestas por partida doble una, porque el actual presidente sale de la Moncloa y otra porque los nuevos que entren consigan que en las próximas cuatro navidades aquellos que ahora lo están pasando bastante mal, puedan salir del agujero en el que el autor de “Sé fuerte Luis” les ha metido.
Manolo Escobar“Arre Borriquito”
Espero que si, que les llegue su San Martín. Aunque visto lo visto, el donde dije digo, digo Diego, y el orden de prioridades que tienen algunos, empiezo a pensar que eso del beneficio de la duda es para otro tipo de personas, no para políticos. (En contra de mis principios)
Eso mismo empiezo yo a pensar, que al final un político es un político y su orden de prioridades… en fin. Ya veremos cómo queda todo pero me da la sensación de que alguno se va a tener que desdecir de lo dicho en campaña.